lunes, junio 29, 2009

A Veces Cuerdo A Veces Loco

A veces cuerdo a veces loco
Tragando miel pasto y tierra
Soñando un sueño que no soñé
Deletreando una realidad que se estrelló contra
El cemento de la ciudad

Atragantado en la garganta del ave rapaz
Que me engulló
En su fauces hambrientas
Para expulsarme y verme nacer
Cual semidios sempiterno
De oscuros tiempos
O de infinitos olimpos
Volviendo a palpar la piel
En su textura frágil y aromática
En la voz de canto de alborada
de una alondra que se posó en mi ventana

A veces cuerdo a veces loco
Sorteando los obstáculos que temprano comienzan
En el cotidiano devenir
Saldando compromisos
Y entregando el alma a mejor postor
Luchando por sobreexistir
En un mundo que no desea verme respirar
Librando las mil batallas
Que impone el estar despierto
Acreditar la respiración
Justificar el próximo paso
Comprar el espacio
Adeudar el futuro
Solventar el amar
Desvivir el hoy
Sangrar una necesidad
Librando siempre la última batalla
que lleva a la siguiente
Enfrentado a quien no debería
Siendo contendor
de las manos
que ayer se entrelazaban
De la voz
que fue melodía
Y hoy una daga que clava fuego.

jueves, junio 18, 2009

Distancia



Te vas
Te busco
Sueñas
Te miro
No estás
El espacio vacío sin ti
Una llave

Dices, este mundo no es para mí
Te vas,
Te busco
El cielo inalcanzable
Tus alas
Mis deseos atrapados
En una habitación
Respiras a mil kilómetros

Una vuelta al mundo
Es un infinito
Jamás te encontraré
Juegas con tus sueños
Muy lejos
Y yo no pertenezco
Te vas
Te busco
Y yo no pertenezco.

Huida



Vida que corres alcanzándome
quemándome los talones
como una ráfaga
incandescente.
En la memoria están los
tiempos de paz.
Idos.
Definitivamente.
Corro, huyo.
Un oasis
que no he podido encontrar me espera
¿Dónde?
Busco en tus rincones
de niña dormida
¡Dónde! ¡Dónde!
Melodías lejanas
tañen en mis tímpanos.
Busco.
Corro, adelanto caminos.
Vuelvo al inicio.
Empezar una vez y otra.
El invierno llega
y aún no he reunido mis ropajes
Seguir huyendo, tal vez.
Hacia un sol diminuto que se esconde
en ese monte teñido de verde-azul.
Azules tus ojos que derraman lágrimas
sobre las copas deshojadas de los árboles
Es un tiempo, tal vez un segundo,
una fracción infinitesimal en la vida mínima
Que me ha sido concedida.
Y un siglo en la memoria eterna del recuerdo.

Trazar senderos insospechados
para llegar hasta aquí.
Tragar la tierra mojada.
Y caer y levantarse y caer.
Acercarse al dolor.
Estoicismo.
Todo por huir
de una vida.

PAUSA.

lunes, junio 15, 2009

La Condena


I

Aquí quedarán las palabras
Mil veces pronunciadas
En una larga espera por despertar tus sentidos
Se desvanecerán en gotas de escarcha
Y convertidas en suspiros del tiempo
Traspasarán los rincones oscuros
De los pasillos gélidos
En lo que era nuestra morada

Las vidrieras no recibirán a los primeros pájaros
De primavera en sus ventanas
Y un sol tenue casi imperceptible
Rozará nuestras mejillas

Estos pasos ya no serán los esperados
Y serán sólo huella que ojalá
El tiempo
Las llame a desaparecer
Sean ellos palabra muerta
Y material calcinado en la hoguera
De la memoria


No habrá un sentido del cuerpo
Que perciba tu mano sobre la mía
Y la piel enmudecida será
El mismo silencio que hace tiempo
La razón nos ha hecho pronunciar
En la rutina agobiante del espacio común


Un mismo sol, una misma luna
Un mismo viento
Y la misma tormenta
Están aconteciendo en ambos sentidos
Y sin embargo pronto serán
Condiciones únicas de un sentir
Acabado



II

Alguien quisiera que todo se eternice
Alguien nombra todo en su creencia absoluta
Del espacio sin tiempo ni final
Pero hay un Sin-Embargo
Que hace trizas
Las mil teorías de la razón única
Y casi como un enunciado sin oposición
Esta verdad se impone ante su incauta racionalidad

Que esta memoria grabe doscientos
Versos escritos en tu nombre
Y repasen tu piel henchida por las desilusiones
En cada amanecer de soledades confusas
En cada mañana de decepciones propias y ajenas

Que estas frases sean la letanía
Del océano de los recuerdos
Que algún día fueron realidad, paz y dolor
Y sean la furia que haga pronunciar
Por fin
La palabra que tus labios condenaron callar

Desde estos rincones invoco
Tu alma y tu ser entero
Los recorro y observo distantes
Planeando el rapto y la fuga
La imagen y la posesión
La idea y la verdad
Como el ave rapaz de la montaña
Y Sin-Embargo
Estoy destinado a ser la presa de
Esta condena.

Siempre Vuelves un Día de Invierno



Buscas una casa vacía
Donde alguna vez habitaste
Buscas los recuerdos que te
Hagan regresar a los
Días de invierno
Junto a la leña húmeda ardiendo
Escuchando las historias repetidas
que relataba el abuelo.

Caminas tratando de encontrar
Una época refugiada en la memoria
eterna del tiempo
y haces círculos con el humo de
tu cigarrillo, atrapando en ellos
el retrato imperecedero de un momento
de tu niñez en que serías
la dama de un caballero
bajo la lluvia de julio.

Vuelves una y otra vez
a los mismos lugares que te conocieron.
Y una melodía siempre te
estremece hasta quedar bailando
y finalmente caer dormida
alrededor de aquel avellano
que un día de abril
plantaste junto a tu padre
y que jamás ha dejado de florecer
¿Recuerdas?
Y lo mejor de todo
es que nunca sabes
cuándo despertarás.


(Baco)