jueves, octubre 18, 2007

Restos



Desnudo de ti

Mudo de tus recuerdos

Sordo de tus palabras

Exorcizado de tu presencia

Libre de tu angustia

Deshecho de tus caricias

Insensible de tus texturas

Ausente de tu diálogo

Mi nada

Tu nada

Ciego de tu imagen

Opuesto de tu opuesto

Sombra de tu presente

Tumba del ayer

Adjetivo indeseado de tus sustantivos

Palabra muda de mis oraciones

Insaboro de tu miel

Ala desprendida de tu vuelo

Canción borrada de tu lista

Página eliminada de tus favoritos

Programa inútil en tu ordenador

Producto vencido para tu consumo

Piedra en el zapato del camino de rosas

Materia calcinada en la hoguera del ayer

Expiración sin inspiración

Causa sin efecto

Trayectoria sin objeto

Parte sin todo

Resta sin resto

Absuelto de tu mirada

Eximido de tu espacio

Consolado del desconsuelo

Cicatrizado del sangramiento

Convaleciente del daño

Inmunizado del desencuentro

Apaciguado del odio

Y, sin embargo,

VACÍO.

Atardecer En La Ciudad



Tu boca se acerca peligrosamente,
el viento arremolina las ultimas hojas de otoño,
la respiración insostenible,
un perro cruza la calle buscando el lugar donde nunca regresará,
mi sombra se desdibuja en el cemento húmedo y trizado,
voy acercando mi temerosa languidez de tarde a tu aliento suave.
Me pierdo en un maravilloso segundo,
tres muertos por hora en accidentes carreteros,
mil niños abandonados cada mes en un país del sur,
el sol quema dos grados más que el siglo pasado.
Dejo rozar mi mano con la tuya.
El sabor de tus labios es más infinitamente dulce que ayer,
me dejo guardado en la memoria aquel aroma,
para cuando ya no esté,
para cuando este miedo ya no exista,
para cuando respire tranquilo
y sepa que era mejor la pérdida
a la posesión incierta de tu ser entero.

Me miras distante como aquellos pensamientos
y melodías de muchacha triste.
Tus cabellos se alejan cómplices del viento
que insiste en devolver tu aroma.
Y me sumerjo en la única sombra
que encuentro en la ciudad dormida.

Este pesar, un sopor
Ya lo he vivido
Solo
Al fin.

miércoles, octubre 17, 2007

A Veces


Y sucede que en
Estas
Piedras
De lava
Se fundió
El recuerdo
De un futuro

Y parece que
ayer te conocí
y hoy
eres
piel
en la hoguera
del ayer

Y mientras tanto
vivo
siendo
y actuando
enfrentando
y huyendo
en una
imposible
conjugación
del ser

Y si a veces
logro
articular
esto que soy
es porque
aún
quedan tiempos
no inscritos en
una región
del olvido
para que
me borren
de una vez

Y a veces
sólo a veces
sucede que
Existo.