miércoles, mayo 09, 2012

Versos Para Tu Ausencia




Pintaré todos los septiembres
Los muros del mismo color
De tu ausencia
Plantaré en todas las primaveras
Las mismas violetas persias
Los mismos pensamientos
Las mismas rosas rojas de espinas
Los mismos rayitos de sol
Fucsias, blancos y amarillos
Las buganvilias insistentes de su libertad

Regaré cada día las plantas arrancadas
Con tu partida
Para horadar aún más
El terreno de mi soledad
Podaré las hojas que no existen
Las ramas que ya no brotan
De los árboles
Que ya no brotan
De la tierra que ya no germina

Araré el musgo de las paredes trizadas
Limpiaré la baba de los caracoles
Que aparecen luego de la lluvia
Y los tirare a la calle
Esperando que vuelvan
Sabiendo que no será

Alimentaré las aves con las migas
Mohosas del pan del desayuno
De hace tres años

Preparé la abundante
Cena hipocalórica
Que degustábamos
Pero esta vez para un cuerpo
Famélico de afectos
Seco de sexo
Preso de angustias
Inerte de lágrimas

Solearé el salón matinal
Para continuar con el tema de anoche
Aquel que quedó para siempre
Inconcluso.
  
Pondré el despertador a las seis quince
De cada madrugada
Esperando volver a despertarte
Volver a encontrarte
En este espacio
Ausente de ti

El Pacto



De los vestigios de la casa perdida
Cuelga de su ventana la cara sombría
De nocturna mirada
Sabes donde nos encontramos siempre
Aunque intentamos huir
De su incesante acecho
Volvemos a anclarnos en este mismo lugar
Sólo es un dar vueltas
En círculo que nos retorna
Al punto de partida

Y si me dejas salir
Jamás podré
Porque tu cuerpo me ata a este sitio
Tu cuerpo es el mío
Y el pacto nos hace indisolubles
Sólo nuestra sombra define siluetas distintas
Pero el alma una

Cuando desees escapar
Nunca podrás
Tu cuerpo es el mío
Y el pacto es la cerradura
Que jamás podrás aflojar
El camino de huida
Sólo te lleva
Al sendero más oscuro
Al intransitable camino
Del retorno dolorido

Porque tu ser
Mi ser
Ya no son nuestros
El pacto nos dejó
Para siempre
En posesión
De la nocturna
Figura de la ventana.


Una Voz


Una voz
Que rompe el silencio
De este callejón infinito
Que rebota en los cristales
De las ventanas
Y vuelve a dormirse en
Los fragmentos de mis labios

Una voz que irrumpe en tu
Vida cuando ya no quieres más vida
En tus días cuando los alcanza la hora crepuscular
En tus sueños cuando vigilias
En tus sentidos cuando estas inerte
En cada espacio que desaparece
Y vuelve a ser ocupado
En un sentimiento que ya es otro

Una voz que está petrificada en
Un registro del tiempo
En una página en blanco de la memoria
Y que se escucha cada vez
Que el ruido de la vida cesa su estruendoso
Espectáculo

Una voz que
Quiere dejar de ser ella
Y marcharse al lugar
Donde nunca más
Tendrá un eco que la reproduzca
En la frontera final
De un campo labrado
Por los pasos temblorosos
De quien
Regresa a dormir
Su último sueño.


Regreso


Mañana regreso al pasado
donde volveré a encontrar
a mi abuela bordando manteles
y a mi padre encandilando un fuego
con leña húmeda del bosque.
Encontraré a mi madre cocinando
unas tortillas de manteca
y a mi perro buscando refugio de la lluvia.

Mañana parto camino al pasado
donde estarán unos niños
con las manos en el barro
inventando un nuevo juego,
un juego de niños sencillos.

Mañana parto al pasado a encontrarme
con un pequeño con los cordones
de sus zapatos desabrochados,
un pequeño que un día creció
y conoció un nuevo mundo,
pero que nunca lo acogió y decidió
mañana volver al pasado.

Naturaleza Muerta


El pájaro
Trinó tres veces
Para anunciar
Su llegada

El gato
Embistió tres veces
Anunciando
Su llegada

Se silencian
Canto
Y vuelo.


Copa


Copa sostenedora
Y traicionera
Amiga
Y compañera de noche
Aborrecible de mañana
Indomable de penas
Abundante de alegrías
Infaltable de amistades
Fértil de inspiración

Bañarme
En tu libación
Caer
En tu cristalino vaivén
Morir
En tu fondo abismal. 


Instantáneas


Por un haz de luz se trafica
La libertad del tiempo
Detenido en las inmensidades
Opacas del día a día
La redención se alcanza
Hacia el final

Máscaras esclavas de una visión
Reproducida en aparato central
De las habitaciones derruidas
Me saludan con su venia
De prostitutas
De amanecer cansadas

El cuerpo se desliza pegajoso
Sobre la piel humedecida
Buscando las texturas
El cardinal perfecto
De un norte perdido
Hace tiempo en la memoria
El norte no es un infierno
Proclamado por la inquisición
Bendecida por los malditos
Es la paz absoluta
Que los condena en su propia traición
Y me agasaja en su exquisitez

La sangre de las encías dejará de aflorar
Cuando se haga trizas
el espejo matutino
Y deje de reflejar este rostro
Escrito a golpes en el pavimento ardiente
De un verano
Sin olvidar
En la ciudad que ayer
Deshabité.

Las moscas
Acechan
El comedor y
Sus comensales.

Amina Lawal


(Poema dedicado a Amina Lawal, mujer nigeriana condenada a lapidación por supuesto adulterio. Finalmente, fue perdonada. Este poema nace inspirado en el año 2002, en los momentos en que su condena estaba en curso y sólo se estaba a la espera que terminara de amamantar a su pequeña hija para cumplir la inhumana condena. Por milagro de su pequeña flor, su defensa ganó un tiempo que sirvió para conmover las conciencias mundiales y lograr ser absuelta).


Amina Lawal

La noche oscura de tus cabellos
Brilla libertaria
Rompiendo las cadenas
De la tortura impuesta
Por la infame verdad
De un poder siniestro
De una ancestral creencia
Que hoy te condena sin juicio
A la aberrante espera
De su ciega ley

Despertará tu rostro cansado
Junto a la inocencia flagelada
De la morena flor que llevas en tus brazos
En un nuevo amanecer
Del continente negro
Y un vuelo de palomas
Descenderá a tu habitación
Para anunciar la buena nueva
De la libertad verdadera
Que la mano enferma te arrebató

Para que tus pies nuevamente
Surquen la aridez de los campos sin fin
Para que los ojitos de tu naciente esperanza
Crezcan libres y sin miedo a la
Infamia demente que reclama leyes muertas
Para que tus palabras y las palabras
De tantas voces ya silenciadas
Sean las melodías que sintonizan
El canto libertario de tu Nigeria amada.
Para que nunca dejes
De llamarte Amina,
Amina Lawal.


Preguntas

¿Dónde se han ido las alondras doradas
que me despertaban cada mañana?
¿Y los ecos de mis antepasados?
¿Dónde está aquella doncella de palacio
a quien buscaba cada noche de ludus?.
¿Qué se hizo el caballero que me protegía
de todos los males imaginables?
¿Y la pileta en que me solazaba
los días de verano?
¿Y los caballos luciendo sus vestimentas
de batalla?
¿Dónde están?

¿Por qué esta tierra desolada por el cemento?
¿Y estas imágenes de seres sin rumbo
que se halagan con un día futil?
¿Y una rutina?
¿Y una existencia?
¿Y devastar todo lo que
tenga vida?
¿Y hacer perdurar lo inerte
en las jaulas de la ciudad?

¿Y ese horizonte que termina en
la inmensidad del mar?
¿A quién le importa?
¿Y la paz de estos campos?
¿Y la suave caricia de una brisa matinal?
¿Y los animales que preparan su invierno?
¿Y el vuelo de un ave?
¿Y las dulces melodías de una mujer?
¿Y el cariño de una madre?
¿Y los juegos de un niño?
¿Y las preguntas de una niña?
¿Y el aroma de una flor?
¿Y la risa?
¿Y ese brebaje de los dioses?
¿Y las pa
              la
                   bras
                          que
                                 to
                                     do
                                          lo 
                                             crean?